sábado

Internet: Una Autopista de Opciones (ó El Camino Rápido a la Infelicidad!)

Como habrán leído en entradas anteriores, uno de los temas que mas me ocupa, es el impacto de Internet en nuestras vidas. En cada artículo he coqueteado tímidamente con un aspecto, que por la adaptabilidad humana, casi no hemos sentido, pero sin que lo podamos comprender exactamente esta trastornado nuestras vidas.

Cuando escribí la entrada Oh Salve Rey Ipod!, realmente estaba coqueteando con el tema de como la tecnología ha hecho que nuestras expectativas cambien cuando el entorno nos ofrece mas opciones y variaciones aunque estas no tengan ninguna lógica.

Soy un tipo totalmente tecnológico, y aún a estas alturas considero una ridícula desviación de nuestras necesidades el hecho de que haya un aparato de música que sea capaz de cargar 15,000 canciones, 25,000 fotos o 150 horas de video y que además la gente compita por demostrar cuan lleno lo tiene.

Pero mi punto va mas allá, estoy seguro que el impacto de la sobre-información que inunda nuestras vidas, está afectando nuestro sano equilibrio psicológico.

Dónde vamos a almorzar cuando hay 30 o 40 opciones de restaurantes?, que modelo de pantalones voy a comprar cuando solo una marca ofrece 14 tipos de cortes?, que tipo de crédito debo tomar, cuotas, tasas, pagos especiales?, a donde voy de vacaciones cuando Hoteles.com me ofrece 14,000 destinos dentro de mi presupuesto?, que tipo de iPod debo comprar Shuffle, Nano, Video, en que color, con cuantos gigas????

Hace poco con mis amigos de blogs, tocamos el tema de la Blogueritis Aguda, la pasión por escribirlos y leerlos, pero cuanto tiempo debo dedicarles si en internet hay 200,000,000 de blogs, y cada hora aparecen 1,000 blogs mas!?

Para ayudarme a centrar mis pensamientos, recientemente puse las manos en un libro de Barry Schwartz, llamado "La Paradoja de la Elección: Cuando Menos es Mas".

En ese libro se plantean varios estudios muy interesantes, como uno realizado en por el Swarthmore College, donde se colocó una mesa de mermeladas en un importante supermercado, y tras la degustación, se obsequiaban cupones de descuento. El experimento se alterno con fines de semana donde la mesa tenía 6 tipos de mermeladas, y en otros fines de semana, la mesa contenía 24 tipos de mermeladas. El resultado siempre constante fue que mientras menos mermeladas se ofrecían, las ventas eran mejores. Más opciones, las ventas empeoraban. La razón tras varios análisis, fue que entre tantas opciones, la gente se paralizaba.

Otro estudio muy interesante, fue hecho en otra tienda especializada de vinos, que ofrece unas 12,000 marcas y variaciones de vinos para elegir. El resultado tras analizar encuestas y tests, fue que la gente siempre quedaba insatisfecha. Entre tantas opciones y variaciones, la mente humana no puede dejar de tomar en cuenta el "costo de oportunidad", es decir, cuanto mejor hubiera sido otra elección en comparación con la que hice.

Así que básicamente, Schwartz descubrió que la relación entre la cantidad de opciones y la satisfacción es una campana, donde a medida que las opciones van aumentando desde cero la satisfacción va aumentando, pero hay un cierto numero de opciones, donde si siguen creciendo las opciones, la curva de satisfacción comienza a estabilizarse y caer dramáticamente. Así que, básicamente en un mundo sin opciones, no hay satisfacción, pero en un mundo de ilimitadas opciones tampoco hay satisfacción.

Para este momento deben estar muy claros de la estrecha relación que hay entre Internet y esta insatisfacción. Internet nos permite saber y conocer todas las opciones e información relevante sobre cualquier tema, además nos trae información sobre tópicos que nos sabíamos que existían. Internet es una vitrina al mundo. A través de ella nos podemos dar una idea de cuanto no sabemos, cuanto no conocemos, cuanto no tenemos…

Pero además del tema saber/tener, está el tema del Ser.

Siempre me ha ocupado también el tema de la autorrealización. El tema de lograr mi máximo potencial, de llegar a ser, todo lo que puedo ser.

Reflexionemos al respecto.

Lograr el máximo potencial, implica –saber- cual es ese máximo. Porque para lograr saber si he llegado, debo saber a donde debo llegar, o por lo menos, trazar una meta arbitraria de a donde quiero llegar.
Pero, ¿cómo trazo una meta en un mundo de ilimitadas y siempre variantes opciones?
Por supuesto, y como ya dije, la meta la puedo trazar arbitrariamente, pero entonces al –fijarla-, psicológicamente estoy dejando abierta la puerta a estar insatisfecho porque sé que mi –máximo potencial- es menor al –posible máximo potencial-.

La cuestión no es nueva, siempre el individuo se ha enfrentado con el reto de plantearse ¿quién es? y ¿hacia adonde va?, pero el problema en toda esta retórica es que “ser” no es absoluto, es decir, se “es” en forma relativa de lo que los demás “sean”.

Para este momento deben estar o muy molestos con el último párrafo o aburridísimos. Así que si están molestos, es porque no les gustó que yo les haya dicho que lo que ustedes sean depende de los demás. Veamos.

Si ustedes nacen en una isla solitaria sin gente alrededor, como saben ustedes si son buenos o malos? Como saben si son altos o gordos? Como saben si son inteligentes y esforzados? Como saben si son hábiles, cariñosos o emprendedores? No sabrían verdad?! Es porque DEBE haber un punto de comparación!

El problema con la tecnología es que ha aumentado los límites de nuestro ámbito cotidiano. La prensa nos traía información de otras localidades, la radio extendió nuestro circulo de influencia a extensas regiones, la TV al principio fue nacional o a veces abarcaba todo un continente con contenidos limitados por la programación, pero ahora Internet nos trajo la globalización sobre nuestras cabezas, y en cuestión de años se ha vuelto inmanejable la cuestión de nuestro ámbito de influencias recibidas o ejercidas.

Los asiáticos quieren parecerse mas a los occidentales, los americanos quieren disfrutar la vida como los europeos, los árabes se sienten amenazados por los cristianos, los hindúes quieren mantener su espiritualidad pero migran masivamente a Norteamérica, los australianos aman su país pero copian las costumbres de todos los demás y todos quieren mantener su propia idiosincrasia, pero sin dejar de tomar Coca Cola.

Lo que quiero dejar como mi conclusión, es que nuestro ámbito de influencias ha variado mas rápidamente de lo que lo ha hecho nuestra capacidad para asumir los cambios planteados. El resultado obvio es que nuestras vidas tienen mas posibilidades de “salirse” de nuestras manos, planteándonos retos que no son propios a nuestras capacidades de respuesta, sino más bien propios a culturas “ajenas”, que por la cercanía informática, las vemos como parte de nuestro entorno inmediato.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Xavier,

Me parece super interesante tu articulo, increiblemente es una realidad muy grande, el internet hace nuestro planeta un lugar pequeño, donde todo esta al alcanze de nuestras manos..., la tecnologia esta avanzando a una velocidad increible que ya estamos viendo algunas de las consequencias de esta explosion.
Ricky Rincon.

Anónimo dijo...

Wow Que buena forma de pensar, me agrada. Es algo en lo que llevo tiempo pensando, pero no he logrado conceptualizar, no tengo ese don, slolo ideas aisladas.
Felicidades