RFiD, Tu Red Personal Inalámbrica

Hace un par de años, posiblemente desde finales del siglo pasado, comencé a observar que al comprar un disco compacto, estos venían con una etiqueta cuadrada, blanca sin información alguna. Mi curiosidad me llevó en varias oportunidades a tratar de arrancar esta etiqueta para desenmascarar el secreto subyacente, pero solo encontré una especie de circuito impreso muy simple, sin chips, ni resistencias, mucho menos baterías, esto no me hacía sentido... solo sabía que si en la caja no la "desactivaban" al salir de la discotienda sonaría una alarma...

Meses después la curiosidad me llevó a descubrir que estas etiquetas eran etiquetas RFiD.

RFiD es un acrónimo resultante de Radio Frecuency Identification. Esta tecnología consiste de una “etiquetas” compuestas por una antena conectada a un microchip de silicón, que tiene almacenada cierta información. Estas etiquetas están diseñadas para emitir o responder a una señal de radio frecuencia generada por un emisor de radio frecuencias.

La información que almacenan puede variar desde un simple numero binario hasta paquetes muy complejos de información, y existen tres tipos de etiquetas, las pasivas, las semi-activas y las activas.

Las etiquetas activas están conectadas a una fuente de poder y generan su propia señal que puede alcanzar decenas de metros de distancia, las semipasivas tienen su propia batería que genera la señal en forma de impulsos consecutivos (beacon) y las pasivas son las mas pequeñas y económicas y solo responden utilizando la energía inducida por una señal de radio frecuencia que se les apunte (las de los Cd arriba en el texto).

Traigo el tema a colación, porque al igual que lo hicieron en su época los códigos de barra, esta tecnología está revolucionando el mundo de la indexación, inventariado, seguimiento y comercio electrónico.

Tengo la idea de escribir al respecto desde hace varios meses, pero esta navidad compré una camisa GAP y al estrenármela la semana pasada, no aguantaba la piquiña de la bendita etiqueta, pero cuando decidí cortarla, descubrí que era una etiqueta RFiD cosida a la costura lateral de la camisa y en plena etiqueta había un letrerito que decía en inglés: “Corte aquí antes de lavar”, en ese momento me dí cuenta que estas etiquetas llegaron para quedarse.

Pero antes de hacer honor al titulo de este escrito en cuestión, quiero que veamos de la mano varios de nos interesantísimos usos que ya están siendo aplicados.

Primero veamos, que hace esta etiqueta en un Cd, en una camisa o en un televisor. El uso mas obvio, es el control de seguridad, estas etiquetas están constantemente “esperando” que les sea emitida una radio frecuencia para “reportarse”, así que si ustedes toman mercancía de una tienda y no pasan por la caja, la etiqueta no será desactivada, y al salir, esas torres blancas al costado de la puerta, están emitiendo señales de radio que al tocar la etiqueta la “despiertan” y ella misma devuelve una señal avisando si el producto pasó por caja o no, y por supuesto en caso negativo, sonará una alarma. Pero otro uso tanto o mas importante para la tienda, es el de controlar el inventario. Cada producto tiene un código único, así cuando uno lo compra, automáticamente se produce la descarga del inventario, y el comerciante sabe mas fácilmente qué se acabó y cuánto pedir.

El próximo paso en utilidad es el experimento que grandes tiendas como Best Buy, Kroger, Target y Walmart, están implementado. En estas cadenas norteamericanas, se esta llevando a cabo el experimento de montar una caja “expresa”, donde los clientes previamente registrados, pueden tomar la mercancía, acercarse a un punto de venta sin cajero humano, presentar el producto, luego presentar su carnet y después irse. Al presentar la mercancía el sistema descarga el inventario y da precio al cliente, luego cuando el cliente presenta su carnet de membresía, el sistema simplemente carga la cuenta al respectivo cliente, y como ya este se había registrado, la tienda tiene sus números de tarjeta de crédito y autorización para cargarle las compras. Las colas de pagos se reducen a una fracción del tiempo. Otra versión es la de Circuit City, donde a cada persona que entra en la tienda se le da un auricular inalámbrico, que es capaz de reconocer las etiquetas RFiD de cada producto y a solicitud del cliente, leer una explicación detallada o proveerle ayuda con un representante que puede estar dentro de la tienda o si ellos estan ocupados con un representante a miles de kilometros.

Otro experimento impresionante, es el de los estantes de exhibición de Gillette en Walmart. Gillette está experimentando no solo con incluir las etiquetas RFiD en su mercancía, sino que además el mueble de exhibición es capaz de generar constantemente una señal que alimenta las etiquetas de cada producto montado o exhibido, así cuando un consumidor retira cualquier producto, el stand es capaz de saber cual producto se retiró, en cuantas unidades, o si lo volvieron a colocar, y este stand esta conectado constantemente vía Internet con una base de datos central propiedad de Gillette para hacer los reportes de ventas minuto a minuto, así Gillette sabe a cada instante que producto se vende mas en cada región y en cada sucursal, y es capaz de saber cuanto debe producir la fabrica y cuales stocks hay que resuplir. Mas increíble aún, están pensando la posibilidad de habilitar un camión de basura que vaya por todas las urbanizaciones emitiendo una señal de radiofrecuencia para leer las etiquetas en la basura y saber mas puntualmente quién consume qué, pero por supuesto y con toda razón, los grupos que defienden la privacidad le han puesto un alto a este último proyecto.

Pero estas etiquetas no solo son para aburridos inventarios, sus usos son casi infinitos.

En el año 2004, Toyota decidió experimentar con una opción llamada Smart Key/Smart Start para las llaves de acceso a su línea de vehículos Prius. La llave genera una señal de radio con alcance de un metro, la cual los sensores en el vehiculo son capaces de recibir y abrir el seguro de la puerta del piloto sin que este saque la llave de su bolsillo o cartera. Mas aún, el piloto puede prender el vehiculo oprimiendo el botón de encendido todavía sin sacar la llave, lo cual por supuesto no sería viable si el vehiculo no reconociera la señal constantemente. El éxito ha sido tal que varios otros Toyota y Lexus ahora incorporan esta opción.

Desde el año 2004 también, los veterinarios han recibido la autorización para implantar bajo la piel de los perros y gatos un transmisor del tamaño de una aspirina. Los equipos de rescate de animales y perreras municipales tienen ahora como equipo estándar un lector para scanear cada mascota perdida y poder identificarla y devolverla al dueño antes de sacrificarla o ponerla en adopción.

American Express ha incorporado a sus tarjetas BlueCard con un chip RFiD para que en comercios habilitados con el lector ExpressPay, los usuarios puedan pagar con solo acercar su tarjeta al lector y poder irse sin firmar ningún recibo, ni hacer trámites adicionales.

Desde 1998, el profesor de cibernética Kevin Warwick ha estado haciendo estudios de cómo aplicar esta tecnología en humanos y se ha implantado él mismo un chip de RFiD en su mano. Con algunas pequeñas modificaciones en sistemas existentes, ahora el edificio donde el se encuentra trabajando es capaz de rastrear en que habitación está y transferirle las llamadas telefónicas, permitirle acceso por puertas que requerirían un carnet de acceso, prender y apagar el aire acondicionado en habitaciones al sentir que él accede y hasta garantizarle el acceso a computadores restringidos. Este experimento ha desembocado en un línea de chips a insertarse bajo la piel, que contienen la información médica del portador, alergias, tipo de sangre, condiciones previas cómo diabetes o cualquier otras, información de contactos y cualquier requerimiento especial necesario en caso de emergencia. (ver mas)

En Francia e Inglaterra, desde hace varios años el pago de peajes en puentes, calles céntricas, estacionamientos y hasta parquímetros se lleva a cabo con una tarjeta que el propietario del vehiculo pone en el vidrio delantero, así sensores en los sitios mencionados hacen el cobro automáticamente. En el caso de parquímetros, solo hay que estacionarse y el parquímetro y la tarjeta se entienden solos, ya no hay necesidad de apuros por tiempos límite.

Pero que podría pasar en el futuro cercano?.

Imaginen que todas las funciones arriba simultáneamente estuvieran disponibles para el chip incrustado en nuestro cuerpo. Imaginen que este chip pudiera interactuar con los aparatos a nuestros alrededor, con otros seres humanos y hasta con nuestro sistema nervioso.

Imaginen que al pasear por un centro comercial, cada una de las tiendas por las que pasamos, pueda leer nuestro chip “socioeconómico” y determinar qué nos puede gustar y qué podemos pagar, y al caminar frente a la tienda, ésta pueda trasmitir imágenes comerciales súper realistas y en tercera dimensión directamente a nuestro nervio óptico el cual pueda superponer la realidad con las imágenes trasmitidas y así podamos ver frente a nosotros muebles, videos, personas, lugares que no están allí pero que nuestro ojo puede ver, o imaginen que al caminar dentro de una tienda de video, solo con acercarnos a la película podamos recibir los trailers directamente en la retina y con solo mover la cabeza podamos cambiar y ver otro trailer.

Suena increíble!? Esto ya es una realidad!