Como dejar volar la imaginación no le hace daño a nadie, y como dijo Arthur C. Clarke: "Debemos aventurarnos en los limites de lo imposible para conocer lo posible", entonces me voy a dar el lujo de hacer algunas reflexiones al respecto.
Primero veamos, Internet está hoy en su etapa mas primitiva, casi vergonzosa. Tenemos la capacidad de conectar a varios entes en cualquier lugar del mundo... y sólo nos limitamos a enviarnos emails con archivos para leer, algunos visitan las inocentes páginas web llenas de letricas e impávidos gráficos y los mas aventurados hacen videoconferencias viéndose las caras en cuadritos sin sincronía con la voz. Por supuesto, me burlo de la Internet como la conocemos porque todavía no se ha resuelto el problema del ancho de banda(1). Una vez que logremos elevar el ancho de banda de unos cuantos Kilobaudios (56 Kbps) a varios Megabaudios (Mbps) podremos comenzar a vivir el próximo paso. Internet incorporará video y audio hasta desplazar a la TV, si no pregúntenles a AOL/Time Warner(2).
La TV seguirá existiendo, pero será transmitida a través de la Internet, permitiendo una nueva era de interactividad, donde el “televidente” podrá comprar lo que ve con un clic, participar en concursos y encuestas en vivo, manipular los horarios y ver el programa deseado a la hora que él decida y por sobre todo la TV comenzará a emitir nuevos formatos para ser descargados y sincronizados a nuestros smartphones (3), y otros reproductores digitales portátiles. La radio sufrirá la misma suerte. Las emisoras de radio enfrentan el grave problema de poco alcance en su señal y falta de interactividad real con el publico. La radio ya esta pasando a ser transmitida por Internet, donde el usuario puede elegir “canción a canción” su estilo y programación preferida. La radio será personalizada la misma emisora sonara muy diferente dependiendo de mi humor y gusto del día, las bases de datos “inteligentes” sabrán que proponerme, y al igual que cualquier otro medio insertado en Internet, la posibilidad de comprar programación especial, mercancías o participar en vivo en cada programa será un hecho.
Internet vendrá en diferentes sabores, inicialmente empezó vía pares de cobre (teléfono), luego vía fibra óptica (cable), luego el Wi-Fi (inalámbrica) y posteriormente el Wi-Max que por seguro trascenderá el poco alcance actual y ciudades completas estarán interconectadas por este medio.
Internet en pocos años será un útero que nos envolverá textualmente a cada momento. Podremos salir de nuestro hogar, montarnos en el ascensor, meternos a nuestros auto manejar hasta otro destino sin desconectarnos ni por un segundo.
Todos nuestros aparatos estarán interconectados, todos serán autónomos, pero al mismo tiempo serán uno solo. Así por ejemplo, al pasar por nuestro refrigerador, este se conectará con nuestros smartphone y le dirá que falta leche y al montarnos en el carro este nos lo recordará cuando estemos manejando cerca de un supermercado o la secadora de ropa eléctrica se conectará inalámbricamente a nuestro PC y buscará en Internet la pagina web de la compañía eléctrica y allí encontrará el horario en que las luz sea mas barata y a esa hora automáticamente se prenderá para secarnos la ropa.
Al caminar por un centro comercial las tiendas transmitirán sus ofertas y publicidad a nuestros lentes y podremos ver imágenes sobrepuestas a las imágenes reales para crear una realidad “mejorada”, el paso intermedio entre la realidad que vivimos y la realidad virtual.
Podremos entrar a una tienda de blue jeans y nuestra talla, modelo y colores favoritos, que ya estaban almacenados en nuestro “chip de vida”, se sincronizará con el vendedor y podremos ver como nos quedan los pantalones en un espejo interactivo digital donde además podremos combinarlos con las imágenes superpuestas de la ropa que tenemos en nuestra casa, y si nos gusta, al irnos el pedido se habrá generado a la medida y será enviado a nuestro hogar y el pago será debitado de nuestro monedero digital con solo acercar nuestros ojos al debitador óptico.
Hace varios años, casi quince, se acuñó un término denominado "realidad virtual". Nadie estaba muy claro acerca de que significaba, hasta que la industria del video juego comenzó a explotarla. Veíamos niños jugando con personajes de video que no eran planos o bidimensionales, los espacios y los personajes parecían existir, luego vimos los guantes de realidad virtual, unos guantes de juguete que el jugador se ponía y podía interactuar con objetos y escenarios que solo existían en la pantalla del videojuego.
En el año 2001 gracias a la unión de esfuerzos entre, Intel, IBM, GE y la Federación Médica Americana se realizó la primera operación de remoción de tumor intestinal donde el médico y el paciente se encontraban en DIFERENTES ciudades, todo a través de equipos médicos de alta tecnología y tele presencia que duplicaron los movimientos de las manos de un médico ubicado en Chicago para que pudiera operar a un paciente ubicado en Nueva York.
En el 2002 la empresa DigiScent patentó un sistema para poder transmitir olores vía Internet. Pronto podremos entrar en una perfumería.com y poder oler las diferentes fragancias antes de comprarlas, o podremos escoger nuestro almuerzo en Amazon.com guiados por el aroma de cada plato. Desde hace varios años estamos viendo series de TV y algunas películas generadas por computadora, es decir, películas sin actores, películas donde el actor principal es un ente tridimensional existente sólo en una base de datos, pero a pesar de eso lo vemos en la pantalla con gran empatía y nos involucramos con sus sentimientos olvidando por un rato que no existe.
Desde hace varias líneas he estado enumerando hechos que parecen inconexos, pero quiero plantear que si podemos oler objetos que no existen o que existen a miles de kilómetros y también los podemos tocar y manipular aunque estén en un país que nunca hayamos visitado, si podemos generar personajes ficticios con tanto detalle que engañen a nuestros sentidos y si podemos interactuar en eventos o con personajes que están fuera de nuestro alcance físico, entonces es lógico pensar que podremos crear versiones virtuales de nosotros mismos para que interactúen con las versiones virtuales de nuestros amigos en un espacio virtual que nosotros definamos, así podríamos ponernos nuestro traje de realidad virtual y asistir personalmente en la tarde a un almuerzo de negocios en Japón donde ya que toda la interacción es virtual no hagan falta intérpretes y podamos realmente darle la mano a nuestro interlocutor para luego disfrutar una excelente comida, y, pocos segundos después, podamos ir con nuestras esposas a ver un maravilloso anochecer en Hawai y disfrutar del olor del mar. ¿Se imaginan?, si podemos ver, tocar, oler y sentir vía Internet podríamos hacer turismo en cualquier país sin pararnos del sofá, y al desconectarnos realmente no podríamos diferenciar si estuvimos allí o no.
Más aún, hace algún tiempo el físico y genio cuadraplégico, Stephen Hawking (4) comentó, haciendo referencia a la Ley de Moore (5), que en 25 años a partir de hoy las computadoras tendrían la capacidad real de pensar por si mismas. Así que aprender y reproducirse será algo sencillo para ellas(6), y eso me hizo click con los estudios que en el año ´98 el departamento de Bioingeniería del M.I.T. reveló acerca de la implantación de chips y partes electrónicas en los humanos. En esos experimentos se implantaron sensores y chips que interactuaban con las instalaciones de un edificio. Un minúsculo micro chip se implantaba en el hueso de la muñeca de un sujeto de estudio, y por donde él caminaba, el edificio especialmente diseñado le habría las puertas, le encendía las luces, automáticamente le transfería las llamadas a la habitación correcta y prendía y apagaba el aire acondicionado sin que el sujeto hiciera ni el mas mínimo esfuerzo.
Si lo pensamos bien, Internet es una extensión de nuestro proceso comunicacional, pero no sólo comunica, sino que también almacena, procesa y evoluciona con la información que todos aportamos... es realmente una “conciencia colectiva digital”.
Al principio de los tiempos para interactuar con alguien, teníamos que visitarlo personalmente, esta situación duró varios siglos, luego, con el inicio del siglo pasado nosotros íbamos a un aparato que nos lo facilitaba (telégrafo, teléfono), un par de décadas después el teléfono va con nosotros constantemente (el celular), y ya estamos experimentando con aparatos que sean parte de nosotros. Pienso que antes de 50 años (7) podremos simplemente conectar como cosa común, nuestro sistema nervioso directamente a Internet, y así todos estaremos en todos lados al mismo tiempo: seremos ubicuos, sin salir de nuestro módulo cama. No habrán impedidos físicos porque el cuerpo no será necesario, no importarán las guerras, porque cada guerra estará únicamente en la cabeza del que la desee, haremos turismo en ciudades especialmente inventadas virtualmente para ese fin, no habrá problemas de sobrepoblación, porque nadie necesitará moverse físicamente, cualquier cosa que inventemos la podremos realizar con sólo desearla ya que todo será virtual, no existirá la muerte ya que nuestros recuerdos y sentimientos se podrán transferir a un computador pensante, tendremos muchas oportunidades para enmendar nuestros errores, ya que éstos nunca sucedieron en la realidad, no tendremos que trabajar ya que las computadoras habrán pensado alguna manera de resolver nuestros problemas y mantener nuestra forma de vida.
¿Vale la pena? Por desgracia todo va demasiado rápido, y nadie se preocupa en pensar hacia dónde.
(1) Ancho de Banda: Capacidad de un canal digital para transmitir información (Baudios Por Segundo)
(2) American On Line, el primer proveedor de Internet del mundo compró en el año 2000 a Time Warner una productora de programas de TV.
(3) Mezcla de PDA con teléfono celular
(4) Página biográfica: http://www.hawking.org.uk/
(5) Ley de Moore: Gordon Moore miembro fundador de Intel dijo en 1965 que "la capacidad de procesamiento de los chips se duplicará cada 18 meses" y todavía hoy es verdad.http://www.intel.com/research/silicon/mooreslaw.htm
(6) Pensar (examinar información antes de tomar decisiones), aprender (adquirir conocimientos) y reproducirse (copiarse, recrearse a uno mismo).
(7) Siglos (hasta inventar el telégrafo), décadas (hasta inventar el celular), años (hasta incluir implantes biomecánicos), meses...
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